Este es Adrián, el mejor inversor que tenemos. Roba a los pobres para dárselo a los ricos. – comentó entre carcajadas
No andas muy desencaminado – alardeó Adrián
La verdad, Sr.Martin, es que me encargo de crear productos financieros complejos.
Fuera de la supervisión bancaria y sin fondo de compensación, por lo que no incurrimos en costes que otros bancos sí.
Mi ojito derecho es el fondo RentaMixtaVariableF1+ . A simple vista y para la regulación es un fondo de inversión típico, renta variable, en acciones de startups con alta rentabilidad. Bueno, realmente el dinero que nos dan los clientes lo invertimos en un índice sobre los futuros del default de las hipotecas BBB-.
Lo que básicamente es: invirtimos en apuestas que hacemos sobre que hipotecas las familias no van a poder pagar – resumió el producto con una sonrisa en la cara.
Pero mayor era la sonrisa del Sr. Martin. parecía como si viera reflejado el dinero en sus ojos. La imagen de su extracto bancario creciendo y creciendo era ver cumplido su objetivo, millón a millón. – ¿Ve? Así se debería llevar un banco –
Cuando el visitante se fué junto al Sr. Martin, Adrián se dirigió a la cámara de seguridad que tenía en la estantería y se aseguró de que todo estaba funcionando correctamente. Se dirigió al ordenador y metió el clip de la grabación en un USB. – Un cabrón menos – farfulló.
En la carpeta se podían ver clips de diferente duración, con nombres propios de los accionistas mayoritarios del banco. Torres, Montoya, Alejandro Espinosa, Miguel Angel Rubio… Todos ellos habian sido pillados afirmando que saben de la existencia del producto tóxico y le dan su aprobación. 8 años de cárcel más o menos para cada uno e indemnizaciones millonarias. Pobres y en la cárcel, era todo lo que quería Adrián.
Aunque el pasado de Adrián no le había importando a nadie, él si lo tenia muy en cuenta. Venía de familia pobre y lucharon mucho por conseguir un crédito para pagar los estudios de Adrián. Cuando su padre fue al banco, el asesor le recomendó comprar acciones preferentes; supuso la ruina de la familia. Adrián vio enfermar a su madre y morir de pena a su padre. Con 15 años y solo, terminó el instituto mientra dormía en casa de su tía. Se pasaba el día en la biblioteca, estudiando que eran las preferentes y porqué sus padres habían perdido sus ahorros, que era lo que les quitó la vida y no le permitió seguir con sus estudios para sacarles de la pobreza.
Pasaron los meses y las pilas de libros de finanzas por leer a su izquierda fueron pasando a acumularse a su derecha. Ya no solo sabía que eran las preferentes, sino como crearlas, como manejar el capital, y, más importante, como manejar a las personas a través del dinero. Iba a atacar a los que le hicieron daño con su propia arma, la más poderosa de todas, el dinero.
Continuará.
Reyerta Sagaz 